República Dominicana y Haití refuerzan lazos sanitarios para prevenir brotes epidémicos en la frontera
Ante la reciente reaparición de la fiebre del cólera y otras enfermedades transmitidas por el agua y vectores en la vecina Haití, las autoridades de salud de la República Dominicana han reforzado los esfuerzos conjuntos con sus contrapartes haitianas para blindar la frontera común y proteger a las poblaciones de ambos países.
El Ministerio de Salud Pública dominicano, encabezado por el ministro Víctor Atallah, dio a conocer un plan de emergencia que incluye la activación de protocolos de vigilancia epidemiológica, especialmente en las provincias fronterizas como Dajabón, Elías Piña, Jimaní y Pedernales. En estos puntos, inspectores de salud realizan muestreos de calidad del agua, distribuyen materiales educativos en español y criollo, reparten kits de higiene y supervisan los establecimientos de venta de alimentos para evitar contagios de cólera, enfermedad que hasta el momento no ha sido detectada en territorio dominicano.
Estas acciones se suman a las que desarrollan las autoridades haitianas, con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de diversas ONG internacionales. En Haití, el colapso de los servicios básicos y el desplazamiento de miles de personas por la crisis sociopolítica han elevado los riesgos sanitarios. Ante este panorama, expertos dominicanos insisten en que la alta movilidad entre ambos países y las limitadas condiciones de saneamiento requieren una respuesta binacional coordinada, que combine vigilancia activa, educación comunitaria y atención médica inmediata en caso de detectar síntomas sospechosos.
Uno de los focos principales de esta cooperación es el mercado binacional de Dajabón, donde se han intensificado los controles de higiene y se han instalado estaciones para la desinfección de manos y agua potable. Las autoridades dominicanas informaron que los hospitales cercanos ya se encuentran en alerta epidemiológica, con personal entrenado y medicamentos disponibles para enfrentar posibles emergencias sanitarias.
Además, ambos países han acordado compartir información epidemiológica en tiempo real, fortalecer los mecanismos de detección de enfermedades y realizar operativos conjuntos en comunidades rurales cercanas al río Masacre. Un informe reciente del Carter Center destacó la importancia de retomar los encuentros bilaterales suspendidos desde 2023, con el fin de dar seguimiento a los programas de erradicación de enfermedades como la malaria, el dengue y la filariasis linfática, que siguen siendo amenazas latentes en zonas fronterizas.
Durante una rueda de prensa, el ministro Atallah recordó que “la salud no tiene fronteras” y exhortó a la población a mantener hábitos de higiene preventiva: hervir el agua antes de consumirla, lavarse las manos con frecuencia, evitar alimentos sin cocción adecuada y acudir de inmediato a los centros de salud ante síntomas de diarrea, fiebre o vómitos.
En Haití, las organizaciones humanitarias trabajan para mejorar la distribución de agua potable, reforzar los centros de rehidratación oral y continuar las campañas de vacunación. Sin embargo, la falta de infraestructura sanitaria y la inseguridad en varias regiones dificultan la implementación de una cobertura total.
El fortalecimiento de la cooperación sanitaria entre República Dominicana y Haití se considera un paso esencial para reducir riesgos epidemiológicos y proteger la salud pública de toda la isla. No obstante, los especialistas coinciden en que estos esfuerzos deben mantenerse a largo plazo y acompañarse de inversiones en saneamiento básico, redes hospitalarias y programas educativos, con el fin de evitar que enfermedades prevenibles vuelvan a amenazar la estabilidad sanitaria de ambos pueblos.

